¿Qué hay dentro de su producto O-MY-MEGA-3+?
El producto O-MY-MEGA-3+ contiene un complejo marino natural que incluye ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA).
El aceite de pescado es ampliamente conocido como uno de los agentes antiinflamatorios más potentes de nuestra dieta. Por ello, muchos investigadores y personas con dolor en las articulaciones están recurriendo al pescado por sus propiedades antiinflamatorias. Es particularmente útil para tratar afecciones como la artritis, que implica la inflamación de las articulaciones.
¿Qué son el EPA y el DHA y cómo ayudan?
¿Qué son el EPA y el DHA?
El término aceite de pescado se utiliza para referirse a dos tipos de ácidos grasos omega-3: el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos dos ácidos grasos se encuentran normalmente en nuestra dieta en forma de pescado, productos animales y algo de fitoplancton.
El aceite de pescado y estos dos ácidos grasos omega-3 son importantes porque juegan un papel en la regulación de las respuestas inflamatorias, las vías de señalización metabólica y la salud y el funcionamiento del cerebro.
La buena noticia es que el EPA y el DHA se pueden producir en el cuerpo a partir del ácido alfa-linolénico (ALA).
La mala noticia es que sólo se producen en pequeñas cantidades para la mayoría de la población.
¿Cómo ayuda?
Existe buena evidencia que respalda el uso de aceite de pescado para reducir los síntomas asociados con la artritis reumatoide (AR), una enfermedad en la que el sistema inmunológico de una persona ataca la integridad estructural de las articulaciones.
Las personas con AR y osteoartritis (OA) tienden a tener niveles elevados de marcadores inflamatorios comunes como TNF-alfa, IL-1, IL-6 e IL-17. Se ha demostrado que la suplementación con EPA y DHA, que están presentes en el aceite de pescado, reduce muchas de estas citocinas en enfermedades inflamatorias no artríticas, como la enfermedad metabólica ( 1 ). Los estudios respaldan este beneficio de reducir los marcadores inflamatorios en personas con AR.
Varias revisiones sistemáticas han demostrado los efectos positivos del aceite de pescado en personas con AR ( 2 , 3 , 4 ). Recientemente, un metanálisis respaldó estos hallazgos y mostró una reducción de los síntomas asociados a la AR ( 5 ).
El aceite de pescado también parece beneficiar a individuos jóvenes y sanos sin artritis. En un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard, los sujetos que eran jóvenes, sanos y tenían un peso normal mostraron beneficios positivos en la mejora de la rigidez de las articulaciones y la función física ( 6 ).